jueves, 27 de enero de 2011

Interés.

Los días pasan y la madurez de la gente disminuye. Parecen cálculos de matemáticas pero siento decir que éstos no tienen solución. Puedes pasarte toda la tarde dándole vueltas que no conseguirás obtener un resultado. Quizás el invierno le afecte al personal pero seguramente no sea eso, seguramente sean celos. Celos. Qué palabra tan corta para describir ese sentimiento. Es posible que no te dés cuenta pero las personas que estamos a tu alrededor apenas tenemos que fijarnos para ver que te mueres de envidia. Tu comportamiento hacia nosotras es tan infantil que cualquiera diría que estás tratando con un niño de 10 años que, de vez en cuando, se pilla una rabieta porque sus padres no le dejan hacer algo o no le compran ese juguetito que tanto le gustaría tener. De hecho, juraría que eres capaz de prohibir a ciertas personas que hablen con sus amigos o incluso que ni les saluden. No te imaginaba así para nada, creía que eras una personita adorable a la que le gusta estar con la gente y pasarlo bien. ¡Y luego está lo demás! Mira, verás, yo, personalmente, no entiendo por qué no nos hablas y luego cuando tienes dudas de alguna asignatura del instituto, vienes a nosotras como si no pasara nada y fuéramos tan amigas. Sólo quiero que sepas una cosa y espero que la tengas en cuenta. La gente no va a estar ahí lamiéndote el culo cada vez que estés rara, preguntándote qué te pasa. Tenlo presente, simplemente es un consejillo.

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