lunes, 13 de enero de 2014

Busca la belleza.



Levantarse por la mañana puede ser una tarea más de las muchas que nos toca hacer a lo largo del día, una alegría por empezar un nuevo día o un suplicio. En las mañanas en las que crees que te mueres de sueño, asómate a la ventana, mira a la gente de la calle o al vecino del edificio de en frente haciéndose unas tostadas con mermelada y sonríe. Sonríe porque la belleza de las cosas está en las cosas más cotidianas, en cualquier rincón que no esperabas encontrar un pequeño rayo de luz que se cuela entre las cortinas.