No estés triste, pequeño. Algún día tendrás que dejar de derrumbarte, tendrás que aprender a ser fuerte y plantar cara a los problemas. Ésto ha pasado con tu hermano, que tiene a tus padres para protegerle, pero llegará algún día en el que serás tú el que tendrá que proteger a sus hijos y dejar atrás los miedos y ser fuerte, ser tan fuerte como una roca. Nada podrá conseguir que te vengas abajo.
No me gusta saber que estás triste. Tú eres mi mayor apoyo y si soy yo, la débil, la que tiene que ser ese apoyo, la cosa va mal. Lo intento todo para conseguir sacarte una sonrisa pero a veces una sonrisa no es suficiente para calmar el dolor que hay dentro.
Ante todo quiero que sepas que siempre estaré a tu lado para ayudarte.
Te quiero.
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