domingo, 8 de abril de 2012

Perfect.

Tan perfecto como cuando me dices que no recuerdas por qué me hiciste sufrir aun sabiendo que me dolía. Es simplemente perfecto. Perfecto para ti, claro. Así no tienes que explicar nada y sólo demuestras lo poco que te importo. Lo mejor de todo es que desde que tienes otras "ocupaciones" es como si fuese desapareciendo de tu vida poco a poco, igual que el rocío de la mañana cuando se seca según avanzan las horas del día.

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